domingo, 7 de marzo de 2010

Epocas

(o: poniéndole un titulo llamativo que no dice nada a un texto que habla de varias cosas)

Mi gran desilusión de esta época fue que la militancia no tiene la belleza idealista que relatan los libros setentistas. Solo a un nivel ínfimo, de compañeros cercanos, amigos, casi de casualidad. Hay un nivel de mezquindad y individualismo en la militancia, inseparable del trayecto historico que nos toco vivir, que hace muy difícil el "militar con alegria", condicion necesaria para sobrevivir en ese proyecto de vida sin que se vuelva insoportable. No soy un nostálgico, sobre todo porque no viví los 70, seria ridículo sentir nostalgia de algo que no viví. Pero lo noto en la tristeza que transpira mi viejo con algún recuerdo, y la alegría que expresa tácitamente cuando tengo alguna reunión, cuando desfilan compañeros por casa. Por eso, lo que tengo que entender, que lo verbalice hace rato pero no termino de aceptar, es que nuestro momento será totalmente distinto de nuestra inmediata anterior referencia. No habrá asesinatos cinematográficos de dictadores, no habrá cancioneros de la liberación, no habrá jóvenes volcándose en masa a la causa nacional y popular, con un romanticismo exacerbado, no. Y esta perfecto que sea así. Emular lo pasado por estar enamorado de una idea de lo que pasó es tan ridículo como vender revoluciones en las universidades del 2010. A duras penas un gobierno popular avanza con reivindicaciones que no llegan tan profundamente al corazón del pueblo como para contraer matrimonio con el y generar una verdadera amenaza para los privilegios del capital en nuestro país, y aun así es atacado constantemente por la derecha, el establishment, corporaciones mediáticas, agropecuarias e industriales. Y la tarea militante consiste hacer política, en los barrios, en las universidades, en el trabajo, discutiendo y puteándose con el que repite el discurso instaurado o con el que voto a De Narváez, porque realmente Kirchner no sacio sus expectativas o porque es simplemente un hijo de puta; siempre con el objetivo de llevar la relación entre nuestra fuerza política y sus potenciales electores a buen puerto. Pero entender que hay que trabajar sobre la realidad y no inventarse una realidad para trabajar a gusto es condición necesaria para la militancia madura. Aunque no nos guste la realidad (quien soy yo para hablar de madurez?). Hasta ahora este textito tiene una cadencia muy triste, muy oscura, no es esa la intención, no es la intención tirar abajo la moral de nadie. Sino poner la mía donde corresponde, si a alguien mas le sirve, bien.

Yo me encontré hace unos años llorando, calladito, sin parar, en la cárcel donde había estado preso mi viejo. Fui con el a visitarla , después de no darle bola muchos años y de que casi se muera, cuestiones que me hicieron repensar algunas cosas. Ese viaje estaba lleno de sobrevivientes. Mayoría de ex presos políticos, peronistas o no, montos o no, etc. Todos hechos mierda, viviendo una vida que no quisieron, que les mutilaron. Yendo a reencontrarse con parte de esa vida que dejaron atrás, con compañeros que fueron asesinados, años de militancia y trabajo en los barrios y las fabricas destruidos, y muchos años de reveses históricos. Democracias insuficientes, lentas, que maltrataron al pueblo todo, y por ende a ellos. Hay quienes entraron a la cárcel antes de la dictadura y salieron después de que terminó. No me puedo imaginar lo que debe haber cambiado el mundo para esos tipos. Sin embargo tuvieron que seguir viviendo. ¿Que iban a hacer? Los intentos de organización política popular posteriores a la dictadura fracasaron. El PJ, el partido de gobierno, fue la herramienta del poder para mantener y profundizar el status quo impuesto por la dictadura, y las dimisiones al PJ no colaboraron en sentido contrario. Los compañeros que se fueron del PJ cuando Menem sincera su programa de gobierno y dicta los indultos facilitaron el uso del partido para lo que se le cantara el culo a Bunge y Born (con esto me peleo con alguien seguro). Y se morfaron que los mas antiperonistas, el establishment mas rancio se cagara de risa con Menem silbando la marcha peronista mientras iba a Mar del Plata en la ferrari.

Pero como la historia no terminó, la cosa cambio. Pero no volvió a ningún lado, sino que devino. 2001 mediante, explota el modelo, y llega Néstor Kirchner a inaugurar una nueva etapa de la historia argentina, donde el pueblo vuelve a tener protagonismo. Porque, no jodamos, Kirchner no armo un programa de gobierno, una fuerza suficiente y llego a la presidencia. Tuvo las pelotas para candidatearse sin mucha banca y hacerse cargo de escuchar al pueblo en sus reclamos y necesidades, y tomar las medidas que había que tomar para que la gente no tuviera que salir mas a la calle para que le den pelota. Y en el interin acomodar cuestiones institucionales para poder gobernar en paz. El reclamo de mas estado, el reclamo de justicia, el reclamo de trabajo y de sueldos dignos, en fin el reclamo de dignidad y felicidad fue lo que volvió a Néstor Kirchner lo que fue, y lo que es. Y esos hechos de gobierno, mas un discurso con referencias a la militancia de los 70, mas derechos humanos como política de estado, mas un gobierno nutrido de cuadros políticos con un pasado en la tendencia, generaron expectativa en esos viejos militantes, y curiosidad en algunos pibes. Volvieron a poner la política en la mesa. Y anticipa una nueva etapa de conflictos entre la política y la no-política, entre la democracia y las corporaciones. Pero no estamos en el 73. No tenemos la fuerza necesaria ni la legitimidad para entablar un conflicto abierto en todos los frentes. No somos un gobierno revolucionario, ni los pibes serán vanguardia. No somos un gobierno de izquierda, porque la izquierda no gobierna, no quiere gobernar, es muy cómodo oponerse. Somos peronistas, fuimos radicales a principio de siglo, fuimos montoneros federales hace siglo y medio, fuimos negros, indios, gauchos y criollos de a pie hace dos siglos. Y hoy, somos kirchneristas. Y todos esos personajes son distintos. Toman algo de los anteriores, pero su lucha, su praxis, sus métodos cambian. Su objeto no, porque son ellos, es el pueblo y su dignidad su objeto. Pero si pretendemos ser montoneros hoy, cagamos. Si no encontramos nuestra propia praxis, mirándonos las caras, mirando de cara al pueblo al que pertenecemos, perdemos. Las malas caracterizaciones históricas llevan al fracaso, no hay otra.

Los viejos militantes y nosotros, los pibes de ahora, creo que lo sabemos. Ellos extrañan sus compañeros y su época, nosotros añoramos haberla vivido. Pero nos toco otra, distinta. Ni mas ni menos. Es en la construcción de cada uno dentro del conjunto, en la militancia que cada uno aporta al proyecto y donde es mas útil a el. Trabajar, ir abarcando cada vez mas espacios, y acercar al gobierno con el pueblo y sus necesidades para que ese diálogo no se corte jamás, es un camino. Si militas para hacerte el revolucionario, y colgar un cuadro de Abal Medina en tu pieza sos un gil. Si tu música gira alrededor de la cantata montonera, Silvio Rodríguez y el cancionero de la liberación, te quedaste en el tiempo. Ahora se escucha cumbia, reggaeton, rock, y si no entendemos eso, mejor militemos para Pino.

Martin de la PR

1 comentario:

  1. Me gusto leer esto...
    No soy de las que opinan, soy más de las que leen todos los panfletos/papeles/folletitos y los analizan. Soy de las que no se creen mucho los discursos de las agrupaciones que tiran muchos títulos de temas importantes y tratan de que digamos "grosos, como saben che"...

    pero bueno, PR tiene mi apoyo... y me gustó mucho lo que escribieron, acabo de leer "Los caminos a Katmandú" y hay que entender que no hay mas hippies, ni hay más parisinos revolucionarios... caigamos a la realidad y laburemos en serio, seamos solidarios, banquemos a los q no tienen.. q se yo...

    no se ni para qué dejo el comentario, pero lo dejo :D

    BUEN COMIENZO!

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